Revolución (8 de marzo)

Me enseñaron a ser esclava de emociones
De aceptar un guapa y llorar un fea
Me dieron a elegir entre el niño guapo
o el feo...
nunca la independencia.


Me mostraron el interés económico,
no intelectual.
Me dijeron que tenía que tragar todo
lo que dijera mi hombre…
porque yo era la mujer.
Me dieron una cultura vacía
que no me representaba
y me obligaron a creerla.

Me forzaron a quedarme en brazos
que no me amaban.
Esperar a mi hombre,
con su plato favorito en la mesa,
rezando por tener su atención una noche.
Nunca estaba de humor.
Nunca me trató bien.
Me cuestionó.
Me castigó.
Me odió.  
Me tocó.

Y yo no le di permiso.
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